Iglesia de Nuestra Señora de Nazaré
Portugal
Una curiosa leyenda atribuye el nombre de Nazaré a una estatua de la virgen, originaria de Nazaret, traída desde Palestina por un monje griego al monasterio de Cauliniana, cerca de Mérida en España en el siglo IV.
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En 1377, debido a la gran afluencia de peregrinos a la pequeña ermita de la memoria, el rey Fernando decidió construir la primitiva iglesia para albergar la estatua de la virgen.
Muy alterado y ampliado durante los siguientes reinados, el edificio actual, de perfil barroco con altas agujas, revela las grandes transformaciones que se produjeron a finales del siglo XVII. Siglo.
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El interior tiene un solo nueve y un altar mayor en madera tallada y dorada con columnas helicoidales, del que destaca un gran cuadro que representa el milagro de la aparición de Nuestra Señora de Nazaré a D. Fuas Raupinho.
En el centro, sobre un trono, se encuentra la venerada estatua de la Virgen de Nazaré.
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Los muros de los extremos del crucero están cubiertos con magníficos azulejos de loza de principios del siglo XVIII, azul y blanco, del maestro holandés W van Kloet, que representan escenas del Antiguo Testamento.
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En el siglo VIII, el último rey godo de la Península Ibérica, el rey Rodrigo, se refugió en el monasterio tras su fracaso ante los moros durante la batalla de Guadalete.
Allí conoció al monje Romano al que acompañó durante su huida a Nazaré, trayendo consigo la estatua de la Virgen y un cajón con las reliquias de San Blas y San Bartolomé.
Antes de morir, el monje Romano escondió la estatua en una cueva del promontorio, donde permaneció olvidada durante cuatro siglos, siendo luego descubierta por pastores que la veneraron a partir de entonces.
Leyenda del caballo:
Cuenta la leyenda que en septiembre de 1182, en una mañana de niebla, D. Fuas Raupinho, el gobernador del castillo de Porto de Mós, perseguía un ciervo en la región cuando el animal desapareció repentinamente en el abismo.
Ante el peligro, el noble caballero invocó la protección de la virgen de Nazaré y el caballo se detuvo repentinamente, salvando la vida del caballero.
En acción de gracias, D. Fuas Raupinho hizo construir la pequeña capilla de la memoria.
Venerada desde esa fecha, la estatua dio su nombre al lugar: Sitio de Notre-Dame de Nazaré
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Leyenda del barco
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En 1846, los pasajeros del barco portugués São João Batista partieron de Belém hacia Lisboa el 11 de julio.
Pocos días después el barco naufragó y los pasajeros fueron rescatados por un bote que los llevó de regreso a Belém.
El barco había transportado unos años antes la estatua de Nuestra Señora de Nazaré a Lisboa para su restauración.
La canoa que salvó a los náufragos fue la que llevó la estatua al barco anclado frente a la ciudad.
La canoa empezó a formar parte de la procesión de Nazaré a partir del año 1885. También se le han atribuido muchos milagros a la virgen de Nazaré.
Santuario de Nuestra Señora de Nazaré.
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la virgen negra traída de Nazaret