Sobre la fotografía arquitectónica
No siempre es fácil dominar las líneas de edificios y edificios anclados en la decoración, entre las cuestiones que plantea la fotografía arquitectónica, se encuentran, entre otras cosas, dos fenómenos fundamentales que hay que dominar absolutamente para obtener bellas imágenes:
Además de esto, necesita saber más al respecto.
- El efecto de perspectiva :
Sin actuar sobre esto último, la foto de un edificio recto finalmente se convertirá en una forma casi triangular que apuntará hacia arriba.
Una deformación debida a la posición del fotógrafo que no puede pararse físicamente frente al edificio en cuestión. Por tanto, este desplazamiento implica encuadrar en inmersión (en la mayoría de los casos) o en ángulo bajo. Dado que el sensor no es paralelo al sujeto, las líneas de los edificios tienden a converger hacia arriba (para una vista de ángulo bajo) o hacia abajo (para bucear). Aquí está toda la complejidad de la fotografía arquitectónica: dominar las perspectivas.
Además de esto, necesita saber más al respecto.
- La longitud de la distancia focal y la distorsión:
Por lo general, se recomienda utilizar un objetivo gran angular con una distancia focal que cubra un campo lo suficientemente amplio como para fotografiar una estructura.
Sin embargo, cuanto mayor sea el ángulo, más distorsionadas pueden estar las imágenes y más enfatizan las líneas de fuga. Este defecto óptico es una aberración geométrica que depende de la construcción y la calidad del material.
Para superar estos dos fenómenos, existen "ópticas de inclinación y desplazamiento" .
Para obtener imágenes muy realistas, estas permiten enderezar las perspectivas a partir del disparo controlando las verticales y las horizontales. Es una buena alternativa a la cámara fotográfica y digital.
La lente también permite trabajar en la profundidad de campo:
Sin embargo, estas lentes tienen otra función, permiten reducir la profundidad de campo en el mismo plano, lo que no es posible con una lente convencional. Para modificar esta profundidad de campo y así romper las reglas ópticas de la fotografía, utilizaremos la función basculante del objetivo. Las posibilidades se vuelven ilimitadas, es posible hacer un balance solo donde lo desee, sumergiendo el resto en el desenfoque.
Para aprovechar al máximo el realismo de estas fotos, se tomaron con una “lente de inclinación y desplazamiento”.